Año I después de Erasmus

Tal día como hoy, hace un año, mientras todos vosotros dormíais la resaca de la Karlshof Party, yo cogía el H por última vez. Iba cargado de bultos y maletas y me acompañaba Inma. Eché un último vistazo a Karlshof con una pena infinita, mi hogar durante casi 2 años, amigos para toda la vida y vivencias y emociones se quedaban atrás.

El viaje siguió pasando por Frankfurt, Hahn, Santander..... pero mi cabeza no. Mi cabeza seguía en Darmstadt. La noche anterior habíamos cenado en casa de Ana y mientras tomábamos unas Pfüngstädter en el Gang sonó el "No surprises" de Radiohead una vez más. Esta vez era por mí. Me hicísteis un buen regalo, un cuaderno de fotos que hoy vuelvo a ojear y que me hace recordar muchísimos momentos..... Después bajamos a la fiesta, al Exil, y me angustiaba pensar que cada vez que miraba a alguien podía ser la última vez que le veía. Pude despedirme de algunos compañeros del equipo de rugby, de Kevin, compañero de laboratorio durante el proyecto, y algún otro más. Después de un rato en el Exil me agobié y tuve que irme a casa. Por el camino se agolparon los sentimientos y les dí salida llorando. Por los amigos que se quedaban, por los buenos (y no tan buenos) momentos, por todas las anécdotas, pero sobre todo por saber que se acababa y nunca volvería.

Ahora pienso en algo que es muy cierto, una frase en rotulador sobre la puerta de uno de los ascensores del edificio 6: "Weine nicht weil es vorbei ist, sondern lächle, weil es so schön war". La vida sigue, he acabado la carrera, estoy trabajando y quién sabe qué más vendrá. Qué más da. Lo vivido lo llevaré siempre conmigo, y sobre todo a vosotros. No necesito decir nombres porque sois muchos y siempre se me olvidaría alguien, pero sabed que guardo un buen recuerdo de todos y cada uno de vosotros, asociado siempre a algún buen momento (una noche de fiesta hasta el amanecer, una cerveza, una carcajada, una cena en "familia", unos churros ;-).....).

Estoy apurando una Weizen en vaso del Ratskeller mientras escribo esto, pero me falta buena compañía para disfrutarla plenamente. Ojalá volvamos a estar todos juntos dentro de poco y a disfrutar los unos de los otros como hemos hecho durante nuestra estancia en Darmstadt.

Un abrazo y un beso muy fuertes a todos.